
En el corazón del Totonacapan, existe un tesoro ancestral en la selva tropical: la vainilla. Una orquídea que trepa árboles, y a través de sus raíces aéreas y terrestres se alimenta de los nutrientes del aire y del suelo1, para hacer crecer sus vainas, que guardan la memoria de un pueblo, y forman parte del equilibrio de un ecosistema.
Para los totonacas, guardianes de la vainilla, cada cosecha es sagrada. Dicen que fue un regalo de los dioses. Le llaman 'Xanath', que significa flor recóndita, porque trepa y se esconde entre los árboles, obligando a quien la busca a mirar con atención. En náhuatl también se le conoce como tlil-xochitl, o flor negra2, pues la vaina se torna oscura durante el beneficiado, proceso de secado tradicional que revela su aroma profundo y característico.
La vainilla, flor sagrada, es venerada y ofrendada como agradecimiento al dueño del monte Kiwikgolo en la región del Totonacapan, Veracruz, al igual que el maíz, cacao y copal 3. En este ritual, la vainilla es símbolo de fertilidad, un puente espiritual que recuerda el respeto hacia los alimentos sagrados.

Este fruto es parte de la identidad cultural de nuestro país. En el año 1300, el imperio totonaco, ofreció vainilla como tributo a sus conquistadores aztecas, quienes la mezclaron con cacao para crear el xocolatl: una bebida espesa y energizante. Además de su valor ceremonial, la vainilla también fue moneda de cambio2.
Las semillas de vainilla nos regalan un futuro con muchas bondades. En la actualidad, la vainilla es la segunda especia más cara del mundo, después del azafrán, y es ampliamente usada en la industria alimenticia (bebidas, refrescos, postres), farmacia, perfumería, cosmética, tabaco y artesanía tradicional. Actualmente, gracias a la investigación científica, se sabe que la vainilla puede proteger el ADN, inhibiendo tumores y reduciendo el daño por la exposición a rayos ultravioleta (UV) y rayos X 4.

La especie más cultivada, Vanilla planifolia, cuenta con 169 compuestos aromáticos, de los cuales aproximadamente la mitad son responsables de su aroma, haciendo que la vainilla de México sea de la más elevada calidad a nivel mundial por su alto perfil aromático5, gracias al excelente beneficiado tradicional y a las condiciones ideales del suelo y el clima para el desarrollo de la planta cultivada y silvestre6, incluso la presencia de frentes fríos en Papantla, impacta en la calidad de la vaina7.
Sin embargo, el mercado global ha desplazado la vainilla natural por su versión sintética, la cual se realiza a partir de sustancias como el haba tonka, que contiene cumarina. Este compuesto presenta un riesgo de toxicidad hepática e incluso está prohibido en Estados Unidos, debido a que se ha asociado con el desarrollo de cáncer en animales8. Esta sustitución es alarmante y también afecta de manera indirecta a la herencia cultural, la diversidad ambiental y la economía local.
Hoy, el legado de la vainilla, en específico, el de V. planifolia, se ve afectado siendo catalogada “sujeta a protección especial” debido a diversas problemáticas, como el cambio climático, la falta de nutrientes en el suelo, presencia de contaminantes como metales pesados, y una alta intervención por el humano, al reproducir las plantas en ausencia de los polinizadores. Todo ello ha vuelto a la vainilla más susceptible, reduciendo su diversidad genética en cada colecta y siembra de la planta9.

Pero aún hay refugios para la vainilla: los Sistemas Agroforestales (SAF), sistemas productivos y dinámicos que permiten preservar el paisaje, la biodiversidad local y la capacidad de regeneración de la selva, integrando cultivos agrícolas entre árboles, epífitas, arbustos10. Estos sistemas son la respuesta para producir nuestros alimentos de manera más respetuosa con la naturaleza, la comunidad e incluso con nosotros mismos. También forman parte de una solución a largo plazo: reducir el impacto del calentamiento global y ofrecer alternativas sustentables en la producción de alimentos.

Al ser sistemas con bastante vegetación, se considera que tienen mucha energía que se acumula en el suelo, en forma de vegetación caída, animales o insectos que se reintegran a la tierra e incluso secreciones de plantas; todo ello conforma el mantillo o humus, el cual mejora la productividad de los cultivos11, ya que el humus es rico en nutrientes, fertiliza el suelo, promueve asociaciones benéficas de la vainilla con hongos y reduce las plagas, pero también almacena carbono en el humus y suelo, secuestrándolo por diferentes periodos de tiempo y evitando que este se convierta en CO2 y se acumule en la atmósfera12. El secuestro de carbono bien podría ser como un extinguidor, ya que reduce los niveles de CO2 y, por lo tanto, disminuye el calentamiento global.

Los SAF tradicionales nos permiten preservar y regenerar los bosques con especies que son nativas y endémicas, es decir, que habitan ahí desde hace mucho tiempo, siendo más tolerantes a los cambios del clima, pero también aportando más energía al ecosistema13, además de que se ha encontrado que los SAF son mejores almacenando CO2 en comparación con monocultivos14. El que haya más vegetación y biomasa vegetal, permite que el ecosistema sea resiliente, creando un amortiguamiento ante la erosión por lluvia o aire, protegiendo al suelo y a sus habitantes, incrementando su fertilidad y creando hábitat para polinizadores y depredadores de plagas de cultivos, los SAF nos regalan suelos sanos, agua y aire limpio.
En la Región del Totonacapan, Veracruz, encontramos SAF tradicionales relevantes para la conservación de la diversidad vegetal, de los polinizadores y mamíferos15, ahí residen árboles antiguos y de gran tamaño, y otros tantos árboles que son jóvenes y hay que cuidar. Este manejo tradicional del cultivo de vainilla se da en acahuales y es único, porque en su interior resguarda la cosmovisión y prácticas ancestrales del pueblo totonaco que durante muchos años han cultivado, y se ha tejido gracias a la fuerte conexión de los productores con la naturaleza, reflejando una estructura comunitaria y riqueza del tejido cultural que es clave en la conservación para seguir cuidando a Kiwikgolo y a toda la Tierra.

Es por ello que se vuelve relevante apoyar manejos comerciales sostenibles y optar por comprarle directamente a los productores o, en su defecto adquirir vainilla natural y otros cultivos que se produzcan en agroecosistemas por personas de la comunidad.
Escrito por: Itxchel terróloga / Brenda Itzel González Lamadrid
Guardiana del territorio, doceava generación.
¡Hola!, soy científica de la Tierra con enfoque ambiental- edafológico; me motiva cuidar de la Tierra a partir de la educación ambiental, defensa del territorio e investigación y por eso me considero también guardiana del territorio. Actualmente soy pasante y escribo mi tesis sobre este tema tan lindo que me permitieron compartir por acá, de cómo la agricultura, en específico los agroecosistemas tradicionales, son nuestros aliados ante el cambio climático; pronto podrán leerla. También soy promotora de la bici como movilidad activa; en mi día a día me muevo sobre dos ruedas y formo parte del equipo de instructores de la BiciEscuela MH. Le di vida a mi emprendimiento llamado Murcii artesanal, donde hago productos de cuidado personal hechos de manera artesanal y en sólido, enfocados a cuidar de la Tierra y a nuestro cuerpo, reduciendo el plástico y promoviendo opciones biodegradables.
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Referencias
1 Fouché, J.G. and L. Jouve. (1999). Vanilla planifolia: history, botany and culture in Reunion Island. Agron. 19: 689-703.
2 Ramírez Morillo, I. M., Rodríguez, T., & Posdoctorante, L. (s/f). La vainilla (Vanilla planifolia): perfume y sabor de México que conquistó al mundo: I: Historia de la vainilla. Cicy.mx.
3 Rodríguez, M. T. T. O., & Quintero, M. A. S. (2021). Importancia del diálogo intercultural en el desarrollo turístico en comunidades indígenas totonacas. Anales de Antropología, 55(2), 125. https://doi.org/10.22201/iia.24486221e.2021.71052
4 Anuradha, K., Shyamala, B. N., & Naidu, M. M. (2013). Vanilla- Its Science of Cultivation, Curing, Chemistry, and Nutraceutical Properties. Critical Reviews In Food Science And Nutrition, 53(12), 1250-1276. https://doi.org/10.1080/10408398.2011.563879
5 Flores, A., Reyes, D., Jiménez, D., Romero, O., Rivera, J.A., Huerta, M. & Pérez, A. (2017). Diversidad de Vanilla spp. (Orchidaceae) y sus perfiles bioclimáticos en México. Revista de Biología Tropical, 65 (3), Universidad de Costa Rica.
6 Rodríguez-Deméneghi, M. V., Aguilar-Rivera, N., Gheno-Heredia, Y. A., & Armas-Silva, A. A. (2023). Vanilla cultivation in Mexico: Typology, characteristics, production, agroindustrial prospective and biotechnological innovations as a sustainability strategy. Scientia Agropecuaria, 14(1), 93-109. https://doi.org/10.17268/sci.agropecu.2023.009
7 Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI). Declaratoria General de Protección de la Denominación de Origen Vainilla de Papantla, Diario Oficial de la Federación (D.O.F), 5 de marzo del 2009, (México).
8 Code of Federal Regulations (CFR). Title 21: Food and Drugs. Part 189-Substances prohibited from use in human food. Section 189.130.
9 Soto-Arenas, M.A. 2006. La vainilla: retos y perspectiva de su cultivo. Biodiversitas 66:1-9.
10 Jarecky, M.K., and Lal, R. (2021) Crop Management for Soil Carbon Sequestration. Ciencias de las plantas, 22 (6), 471-502, DOI: 10.1080 / 713608318
11 Montagnini, F., & Nair, P. K. R. (2004). Carbon sequestration: An underexploited environmental benefit of agroforestry systems. Agroforestry Systems 61, 281 – 295.
12 Lal, R. (1997). Residue management, conservation tillage and soil restoration for mitigating greenhouse effect by CO2-enrichment. Soil And Tillage Research, 43(1-2), 81-107. https://doi.org/10.1016/s0167-1987(97)00036-6
13 Velázquez‑Rosas, N. et al. (2025). Importance of Traditional Vanilla Cultivation in the Conservation of Plant Diversity in Tropical Forests in Northern Veracruz, Mexico. Sustainability, 17(6), 2598. DOI: 10.3390/su17062598
14 Espinoza-Domínguez, W., Krishnamurthy, L. R., Vázquez-Alarcón, A., & Torres-Rivera, A. (2012). Almacén de carbono en sistemas agroforestales con café. Revista Chapingo Serie Ciencias Forestales y del Ambiente (En Línea) /Revista Chapingo Serie Ciencias Forestales y del Ambiente, 18(1), 57-70. https://doi.org/10.5154/r.rchscfa.2011.04.030
15 Casanova-Lugo, F., Petit-Aldana, J., & Solorio-Sánchez, J. (2011). Los sistemas agroforestales como alternativa a la captura de carbono en el trópico mexicano. Revista Chapingo serie ciencias forestales y del ambiente, XVII (1), 133-143. https://doi.org/10.5154/r.rchscfa.2010.08.047
