¿Sabías que desde 1972 se inició el movimiento ambientalista? Fue cuando varios países se dieron cuenta de las repercusiones ocasionadas desde principios del siglo XX, época en que los daños al ambiente eran altamente contaminantes.
Dos años después, la Organización de las Naciones Unidas, en conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, instauró el 5 de junio de 1974, el Día Mundial del Medio Ambiente[1] para atender algo que no había sido obvio: el medio humano que necesitaba del equilibrio ecológico.
En aquel entonces, la mayor preocupación era la especie humana, las condiciones en las que vivía, respiraba y se servía de la naturaleza; es decir, un enfoque egocéntrico. Desde la Revolución Industrial pasando por las dos guerras mundiales y los cambios a la mecanización de todo; desde automóviles hasta batidoras eléctricas, todo funcionaba sin normatividad ambiental. Tanto el que transformaba metales, como el que producía plásticos, lo hacía en la peor de las condiciones; para trabajadores y consumidores, sin importar las afectaciones al medio ambiente.
Hoy, casi cincuenta y cinco años después, hemos progresado bastante en la normatividad para regular actividades contaminantes, el aprovechamiento de las aportaciones de la naturaleza, las condiciones de exposición humana y animal a substancias y residuos peligrosos, así como el consumo de alimentos cancerígenos, persistentes o disruptores endócrinos.
Celebramos no solo el Dia Mundial del Medio Ambiente, sino los avances como se mencionaron en el mundo. Recordamos la fragilidad de la naturaleza y la del ser humano. Hacemos votos para continuar con los cambios necesarios y seguir la lucha por una vida y un ambiente sano.

¿Qué nos falta todavía?
A pesar de los esfuerzos de medio siglo, existen brechas que han sido difíciles de acotar y que, en el caso de asuntos como el calentamiento global, perdida de la biodiversidad, desertificación, falta de agua para consumo humano, y manejo de residuos de todo tipo, queda aún un largo camino.
Por ejemplo, el 5 de junio del 2025, la comunidad internacional se va a dedicar a analizar y promover instrumentos legales internacionales para el "Manejo de los Residuos Plásticos", sobre todo, el plástico de un solo uso, que conocemos como “desechables”.
Estos asuntos prioritarios están todos entrelazados de tal forma que, si no se ataca uno desde la raíz, todos los demás caen con un efecto dominó. La basura que termina en las Áreas Naturales Protegidas (ANP), mar, terrenos agrícolas, barrancas y ríos, producen dos cosas trágicas: desertificación y pérdida de biodiversidad.
Según la Profepa, 100, 000 tortugas, mamíferos marinos y un millón de aves mueren anualmente por la contaminación del plástico en los mares[2]. Las tortugas en su mayoría, así como los mamíferos marinos se encuentran en las listas de especies amenazadas y en peligro de extinción[3]. No olvidemos que estas especies ocupan un lugar importante en el equilibrio de las ANP marinas o costeras a cargo de la Conanp.
Como mencionamos, dentro de estas áreas también encontramos residuos plásticos[4], mismos que causan un daño significativo en territorios que están destinados a la conservación y que deberían encontrarse en situaciones prístinas.
Los residuos plásticos son producto del petróleo, pero no solo eso, algunos o la mayoría conllevan procesos de blanqueamiento con substancias organocloradas, que al descomponerse (aun que suceda en miles de años) emiten[5] otros elementos combinados que a su vez son orgánicos persistentes[6], es decir, producen cáncer y mutaciones genéticas, permanecen en las células de los organismos vivos, debilitan los sistemas endocrinos y afectan la capacidad reproductiva de las especies.
Tal y como la bióloga Rachel Carson lo refirió, desde los años 70’s, en su libro “La Primavera Silenciosa”[7]: fuimos contaminando tanto que se encontraban especies con ambos aparatos reproductivos o sin ninguno, especies que desaparecieron en tiempo récord, daños a la salud que persisten como el cáncer en el sistema endocrino de las personas que están expuestas a pesticidas y fertilizantes.
El tema no es menor, hay tantos plásticos y residuos disruptores en el planeta que, si seguimos así, para el 2040 se prevé que se tripliquen, y que sean un problema que no será posible controlar. Esperemos se tomen medidas para controlar el uso de este material altamente contaminante.
Este 5 de junio hay que celebrar al medio ambiente a la par de los 25 años de la Conanp. La salvaguarda de las ANP no se lleva a cabo únicamente en territorio, también se defiende a través de un estado de derecho. Hagamos que se cumplan las leyes ambientales, porque sin un medio ambiente sano, podría ser la última oportunidad de salvar la especie humana junto con la biodiversidad.
¡Hasta la próxima Aulladores!
Autor: Dirección de Asuntos Jurídicos
[1] El 15 de diciembre 1973, la Asamblea General aprobó una resolución A/RES/2994 (XXVII) que designaba el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente y Asamblea General aprobó otra resolución A/RES/2997 (XXVII) que condujo a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el organismo especializado para tratar los temas medioambientales.
[2] Contaminación por plástico | Procuraduría Federal del Consumidor | Gobierno | gob.mx
[3] Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT-2010
[4] Ahí incluimos todas las categorías de platicos y unicel, la ropa y textiles tienen efectos ambientales similares.
[5] compuesto por un esqueleto de átomos de carbono, en el cual, algunos de los átomos de hidrógeno unidos al carbono, han sido reemplazados por átomos de cloro, unidos por enlaces covalentes al carbono.
[6] Permanecen en los organismos por largos periodos.
[7] Silent Spring Revisited, American Chemical Society, 1986: ISBN 0-317-59798-1, 1987: ISBN 0-8412-0981-2