Grupos comunitarios de San Felipe, Baja California, han logrado incidir en conjunto con el Gobierno de México, en la reducción de amenazas a la biodiversidad marina al participar en el retiro, inhabilitación, trituración y reciclaje de "redes fantasmas" en el Alto Golfo de California, recuperadas en el hábitat de la vaquita marina (Phocoena sinus), la única marsopa endémica de México.
Con el desarrollo de los proyectos "Grampineo y ecosondeo para la localización y retiro de redes fantasma en zonas adyacentes a la Zona de Tolerancia Cero", y "Manejo de redes fantasma para su destrucción y reciclaje", ejecutados por dos grupos comunitarios de San Felipe, Baja California, integrados por 20 y 8 personas respectivamente, quienes en su mayoría son parte del sector pesquero, se impulsa el saneamiento del hábitat acuático y en consecuencia la protección de la vaquita marina como parte de las acciones del Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (PROREST) de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Ambos proyectos han sido implementados a través de la Dirección de la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado (RB AGCyDRC) con el objetivo de contribuir a la conservación de la vaquita marina y la biodiversidad marina de esta Área Natural Protegida (ANP).
Por medio de jornadas de “grampineo y ecosondeo”, una técnica para localizar y retirar redes abandonadas en áreas del fondo marino donde no son visibles desde la superficie, el grupo de 20 pescadores ha realizado recorridos en embarcaciones menores en torno a la Zona de Tolerancia Cero (ZT0), incluyendo sitios históricos de pesca donde las redes fantasmas continúan representando una amenaza considerable.

Desde el año 2016 se ha realizado “grampineo” para detectar y extraer redes fantasmas en el Alto Golfo de California; en 2019, gracias a los apoyos del PROREST se ha fortalecido la organización de grupos comunitarios de pescadores locales para involucrarlos en estas labores.
A partir de 2023 se amplió el área de trabajo para los grupos comunitarios que realizan acciones de grampineo, y con ello se mejoró la forma en que se gestionan espacialmente estas actividades. Actualmente, la Conanp es responsable del diseño de transectos (rutas específicas de búsqueda de redes en el mar), los cuales se establecen de forma consensuada con los pescadores que participan en estas labores. Estos transectos se definen con base en criterios técnicos, conocimientos locales de pesca y consideraciones logísticas, con el objetivo de cubrir de manera eficiente las zonas prioritarias. Una vez diseñados, se cargan en los dispositivos GPS de los capitanes como 'misiones', que deben seguir con precisión durante su recorrido en campo.
Al finalizar, se recopila la información del trayecto realizado, lo que permite hacer un análisis espacial y, con base en ello, planificar nuevas rutas en áreas que aún no han sido atendidas. Además, en 2024 se implementó el uso de ecosonda durante las acciones de grampineo, lo que fortaleció las capacidades de los pescadores participantes en el proyecto, para la detección oportuna y retiro de las redes abandonadas, cuya presencia en los fondos marinos genera interacciones letales para la biodiversidad que queda enredada en ellas.

También en 2024 se replicó el modelo de grampineo y ecosondeo con otro grupo de pescadores de Golfo de Santa Clara, hacia el hábitat acuático cercano a la costa de Sonora y Zona Núcleo de la Reserva de la Biosfera (RB AGCyDRC), amplificando con ello el impacto positivo de estas acciones de saneamiento del hábitat acuático en el área natural protegida.
Personal de esta Reserva de la Biosfera capacitó al grupo comunitario en el uso de la ecosonda de barrido lateral, un instrumento que emite ondas sonoras de alta frecuencia hacia ambos lados del sensor y que permite visualizar imágenes del fondo marino en tiempo real para detectar objetos sumergidos, como redes de pesca abandonadas. La información obtenida se almacena para su análisis detallado posterior. Esto permite que, incluso si por condiciones operativas en campo no se logra observar alguna red, el análisis posterior realizado por la Conanp pueda confirmar si en la zona efectivamente no hay redes, o bien, en caso contrario, facilitar su ubicación precisa mediante coordenadas geográficas, lo que permite planificar y ejecutar su retiro.
Entre los logros del proyecto destaca el barrido con grampín a través de 7.256.5 kilómetros lineales recorridos, con lo que se logró la extracción de dos tipos de artes de pesca, la red (chinchorro) y palangre (cimbra).
Gracias a este esfuerzo comunitario apoyado por la Conanp, las zonas A, B, C y D adyacentes a la Zona de Tolerancia Cero se consideran actualmente con avance significativo en la erradicación de redes fantasma, mientras que en las zonas E y F, se continúa con el trabajo.
La Conanp aplicó recursos económicos por 1 millón 800 mil pesos en los años 2023 y 2024 para equipamiento, insumos y pago de jornales a los pescadores participantes en estas acciones.
Una segunda vida para materiales de redes de pesca destruidas
El segundo grupo organizado de 8 pescadores ha trabajado en colaboración con el Tecnológico Nacional de México, Campus Guaymas (ITG), para desarrollo de un proceso para transformar las redes recuperadas en el mar, en filamento para impresoras 3D.
El filamento resultante será utilizado para crear objetos prototipo que apoyen las campañas de sensibilización y conservación de la vaquita marina.
El proceso inicia con la inhabilitación y trituración de las redes con el apoyo de la SEMAR, Conanp, CONAPESCA y PROFEPA, logrando hasta el momento la destrucción de más de 2 toneladas de redes decomisadas por medio de un molino industrial que funciona con energía eléctrica, resultando en residuos de la trituración a manera de pequeños pedazos de fibras de polímeros que, sometidos a otro proceso de extrusión que ya se está desarrollando este año 2025, podrán convertirse en filamentos para alimentar el uso en impresoras 3D.

En esta etapa del proyecto se realizó una capacitación y equipamiento sobre el uso de impresoras 3D y sobre procesos de reciclajes de fibras como nailon, polipropileno y poliamidas, los materiales más comunes con los que son fabricadas las redes de pesca.
El grupo comunitario ha logrado el retiro de 8,000 metros de redes de enmalle en los años 2023 y 2024 así como la implementación de 47 intervenciones de retiro de residuos en las costas de San Felipe, gracias a la aplicación de 680 mil pesos por parte del PROREST durante este periodo. Para este 2025 el grupo será apoyado con una inversión de 200 mil pesos.

Estos dos proyectos tienen una gran relevancia para esta Reserva de la Biosfera, ya que cuentan con participación comunitaria, innovación en el manejo de residuos y la educación ambiental como base para futuros esfuerzos en pro de un desarrollo sostenible y la conservación del medio ambiente en San Felipe, Baja California.
Autores: César Angulo*, Renzo Cisneros**
* César Angulo es Asesor Técnico del PNUD
** Renzo Cisneros es Jefe de Departamento en la RBAGCyDRC