
Hace más de cuatro décadas, una joven bióloga emprendía un camino que transformaría el panorama de la conservación de tortugas marinas en México.
Hoy, tras 44 años de dedicación incansable, Adriana Laura Sarti Martínez se despide de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), dejando un legado que trasciende generaciones y que estamos seguros seguirá marcando el rumbo por muchos años más.
Desde sus primeros días en el campo, su pasión por la tortuga laúd la llevó a convertirse en una referente indiscutible en la conservación de esta especie.

Por 17 años, como profesora de Biología de Campo, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, formó a cientos de estudiantes, algunos de ellos ahora ocupando diversos e importantes puestos en la conservación, dentro y fuera de la Conanp; dirigió profesionales y de grado, impulsando la publicación de artículos científicos realizados por sus estudiantes, con temas que a la fecha están vigentes, y en esa época estaban a la vanguardia. Su propio trabajo ha sido un pilar en la difusión del conocimiento sobre las tortugas marinas.
Su compromiso la llevó a ser miembro del Grupo de Especialistas en Tortugas Marinas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), así como asesora en los comités científico y consultivo de la Convención Interamericana para la Conservación de las Tortugas Marinas.
En 1996 fundó el emblemático Proyecto Laúd, coordinándolo hasta 2021, con ello ha contribuido de manera significativa al estudio y protección de esta especie en peligro. Su impacto también alcanzó los proyectos Lora y las arribadas de tortuga golfina en Escobilla, marcando un antes y un después en la gestión de estas poblaciones.
En 2007, asumió el cargo de Coordinadora Técnica del Programa Nacional de Conservación de Tortugas Marinas en la Conanp, donde lideró la elaboración e implementación de programas de acción para la protección de todas las especies de tortugas marinas. Su visión estratégica fomentó la creación de grupos organizados como la Red LaúdOPO, fortaleciendo la colaboración entre científicos, comunidades y autoridades.
Laura Sarti y su grupo de trabajo, encontraron la playa Cahuitán en 1996, utilizando censos aéreos, como metodología innovadora para determinar la abundancia y distribución de la tortuga laúd. Esta importante playa, dada su abundancia, fue determinada como una playa de prioridad 1 en el ámbito nacional. Gracias a su esfuerzo realizado en esta playa, ahora es un Área Natural Protegida (ANP) con categoría de Santuario.

Su incansable labor le ha valido reconocimientos de talla internacional, como el premio Champions de la Sociedad Internacional de Tortugueros en 2012, el Águila Guerrera del Colegio de Biólogos de México en 2016 y el reconocimiento de la SEMARNAT en 2022 por su dedicación y esfuerzo en la conservación de tortugas marinas.
Laura no solo ha marcado una huella indeleble en la Conanp, sino que cimentó una base de datos consolidada y estandarizada que será referencia para futuras generaciones. Con su liderazgo, los Sistemas para la Estimación de Arribadas (SEA), el Sistema de Tortugas Marinas (SITMAR)y el Programa Nacional de Conservación de Tortugas Marinas (PNCTM) evolucionaron hasta convertirse en herramientas clave para la protección de las tortugas marinas en México.
Hoy, su legado sigue vivo en cada tortuga que llega a las playas, en cada estudiante que se adentra en el mundo de la conservación y en cada investigación que se nutre de su incalculable aporte.

Adriana Laura Sarti Martínez no solo es una bióloga excepcional, sino una guía, una maestra y una pionera cuyo impacto perdurará por siempre en los mares y costas que tanto ama y protegió, y seguramente seguirá protegiendo desde otras trincheras.
Sus enseñanzas se quedan en cada playa, en cada ola, en cada pasillo y en cada anécdota que vivió, contó y compartió con su equipo, sus amigos y amigas, y con sus compañeros y compañeras de trabajo.
Gracias Laura, por dejar tu corazón en la conservación de tortugas marinas, por creer en que un mundo mejor es posible, y sobre todo, por hacerlo realidad. ¡Las tortugas, y la DGC, te vamos a extrañar!
Texto: Dirección General de Conservación
